El color de un vino no es solo una cuestión estética. Dice mucho sobre su origen, su elaboración y hasta su sabor. Desde tintos intensos hasta blancos casi transparentes, los colores del vino son una pista fundamental para los amantes del vino y una herramienta para comprender mejor lo que tenemos en la copa.
En Vinos Iberian, exploramos qué determina el color de un vino, por qué varía y cuáles son los tonos más comunes.
¿Qué significa el color del vino?
El color del vino puede ofrecer información sobre:
- La variedad de uva utilizada
- El proceso de elaboración
- La edad del vino
- Su posible sabor o estructura
Por ejemplo, un tinto de color muy oscuro suele indicar concentración, potencia y juventud, mientras que un blanco dorado puede reflejar oxidación o crianza en barrica.
¿Qué factores determinan el color del vino?
Existen varios elementos que influyen directamente en el color final de un vino. Estos son los principales:
Tipo de uva
Las uvas tintas contienen pigmentos llamados antocianos, que están en la piel. Según los diferentes tipos de uva para vino en España, la intensidad y tono del color tendrá variaciones. Por ejemplo, la garnacha da vinos más claros que la tempranillo o la syrah.
En el caso de los blancos, algunas uvas como la viura o la albariño dan colores pálidos y brillantes.
Proceso de elaboración
El contacto del mosto con los hollejos (pieles) determina el nivel de extracción de color. En los vinos tintos, el mosto fermenta junto a las pieles; en los blancos se separa rápidamente. En los rosados, el contacto es breve, lo justo para teñir ligeramente el vino.
Además, el uso de barrica puede oxidar ligeramente el vino y darle tonalidades más doradas (en blancos) o teja (en tintos).
Clima
El clima influye en la maduración de la uva: en zonas cálidas se obtiene más concentración y color; en zonas frías, los vinos tienden a ser más pálidos y con mayor acidez.
Zona de producción
Factores como la altitud, el tipo de suelo y las prácticas vitícolas también afectan al color. Por ejemplo, los vinos de la Ribera del Duero suelen ser intensos y oscuros por sus condiciones de sol y amplitud térmica.
Tipos de colores de vino
Ahora que sabemos qué influye en el color del vino, vamos a conocer los colores principales y qué caracteriza a cada uno.
Vinos tintos
Los colores van desde el violeta profundo hasta el teja o granate suave, por ejemplo, el Jaros Roble 2022. Varían según la variedad de uva, la crianza y la edad del vino.
Características del vino tinto
- Mayor estructura y tanicidad
- Colores profundos y opacos
- Capacidad de envejecimiento
- Aromas a frutas negras, especias, cacao o cuero (según crianza)

Vinos rosados
Tienen tonalidades que van del rosa pálido al fresa intenso, pasando por el salmón. El color depende sobre todo del tiempo de contacto con las pieles y de la variedad de uva. El vino rosado de la Bodega Valenciso es un gran ejemplo.
Características del vino rosado
- Color brillante y atractivo
- Perfil fresco, afrutado y ligero
- Ideal para maridar con arroces, ensaladas o platos especiados
- Suele consumirse jóven

Vinos blancos
El abanico de colores va desde el amarillo pajizo hasta el dorado profundo, pasando por tonos verdosos en vinos muy jóvenes. Un ejemplo excelente es el Jaros Albillo Mayor 2023.
Características del vino blanco
- Acidez más marcada
- Aromas cítricos, florales o minerales
- Colores más claros y brillantes
- Pueden criarse en barrica o mantenerse en estado fresco y joven

Conocer los colores del vino es dar un paso más para disfrutarlo plenamente. Cada matiz visual cuenta una historia sobre el origen, el estilo y el cuidado con el que fue elaborado.
Ya sea tinto, blanco o rosado, el color nos invita a descubrir todo lo que viene después: el aroma, el sabor y la experiencia completa en boca.